Violante do Céu y los avatares politicos de la Restauração

Autores/as

  • Nieves Baranda Leturio

DOI:

https://doi.org/10.18441/ibam.7.2007.28.137-150

Palabras clave:

Monarquía, Portugal, D. João IV, España, Siglo XVII

Resumen

El golpe de estado que se produjo el 1 de diciembre de 1640 y que instauró una nueva monarquía en el trono de Portugal no llegó precedido de una larga lucha, sino como un asalto sorpresa cuya legitimidad había que defender en el terreno ideológico y cuya continuidad sólo era posible por las armas. Habían existido movimientos de descontento y levantamientos previos, como fue el de 1637, si bien de signo distinto, pero para la mayoría un día Portugal se acostó y el rey se llamaba Felipe III y al siguiente era D. João IV, duque de Bragança. El proceso para la legitimación simbólica se inició inmediatamente, pues el día 6 de diciembre D. João, que residía en Villaviciosa, entró en Lisboa y el 15 fue exaltado al trono. Enseguida empezaron a hacerse los primeros decretos para que la nueva situación en el propio reino se aceptara como consumada, por más que ni en las cancillerías de Europa ni en Madrid se considerara así. Comenzó entonces una Guerra militar efectiva contra España (que por circunstancias diversas fue de muy larga duración) y otra ideológica que necesariamente la acompañó. En este aspecto resultaba vital el despliegue de un aparato de propaganda que permitiera legitimar el golpe y que se puso en marcha inmediatamente en varios frentes, entre los cuales los más destacados son la parenética y la difusión de escritos de diversa índole en el propio reino y en Europa (Saraiva 1989; Marques 1989; Valladares 1998).

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